lejanía y apremio,
lágrima y amanecer en los labios,
hierro hirviente y nube de éxtasis,
fuego en los ojos y herida en la palabra.
Eso y no otra cosa es este beso distante,
Eso y no otra cosa es este beso distante,
un aliento apresado entre los labios,
un suspiro clausurado entre la sangre,
resurrección de sueños y amaneceres de espadas,
promesa de una playa a la ola que viene y va,
que nos da la leche matinal de sus espumas,
que nos deja su soledad de arena y vida en sus caracolas.
Amor agridulce del P.C.
en la hora sagrada del deseo entre túnicas de estrellas
y chips inquisidores.
Pepe Martín
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