Mujer de fuego,
¡me haces temblar y me enalteces!
Porque sé que vienes redonda,
toda a mí con tu empuje de mujer amazona.
Contigo traes la eclosión de tu pasión dormida
y llegas con el tumulto de tu entrega
a sabiendas de que en los dos palpita un solo ritmo,
y que nos apasiona el estudio exhaustivo
de las fronteras del éxtasis.
Sabes que mi piel llora y aúlla por ti como perro abandonado,
y vienes a reclamar tus posesiones,
como la reina que visita a sus vasallos.
En tus ojos me traes un desafío a muerte
porque sabes que estaré dentro de ti de un modo sabio.
Te gimen las entrañas
y quieres ver tu pelvis cosida a mi entrepierna
para ser la víctima de mi pasión alborotada,
sabes a ciencia cierta que voy a conquistar tus profundidades,
y porque por dentro te quemas,
quieres verme cocinando mil delicias en tu sexo
a sabiendas de que mi sabia blanca se enciende como la del trigo
Pepe Martín
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