viernes, 27 de abril de 2007

ESTOY EN ELLO


¡mi vino bermejo incendiado!
sangre de mi herida abierta,
y deseo entre mis muslos.

Pero veo que a veces te haces fuerte
por tus ardientes geografías
y estudio mi estrategia..
Estoy en ello, estoy queriendo retenerte,
me estoy quedando tus medidas,
tus reacciones, tu aire,
tus caprichos y deseos,
por qué soy tu diapasón inaudible,
por qué soy tu incondicional siervo…
y quiero confinar tu valle
a donde nos sentamos a gusto.

Voy a asaltar tu memoria
para clavarte posesivo el estandarte
de mis recuerdos, y a tomar plaza
moviendo mi ficha en jaque de do mayor
por tus dos pechos
que se hacen piel viva
en la vasija campaniforme de mis manos.

Te sitiaré, querida, en círculo cerrado
para bombardearte en el fuego de mis versos,
lentas fresas redondas de dulzura
navegantes de su brisa,
para que en ellas, te hagan blanco mis verdades,
a ti, mi carne desatada en la noche,

Te tomarán en asalto heroico
los infantes de mis brazos
con las trenzas de mi tiempo, en música suavísima.
conquistaran las almenas de tus hombros
camino de descenso de la gracia del cielo.

Y en la cima de tu corazón,
mi nupcial manzana,
clavaré el estandarte flamígero de mi boca
para confundirla en la tuya
en flameante beso vestido de aromas.

Tomaré tu plaza irremediablemente
cuando el rumor de victoria corra
por mi sangre in creschendo
hacia la media noche.

Así es que, ríndeles tus labios
a mis hambres clausuradas por mis venas,
que te voy a hacer mi esclava en la dicha
con mi aliento ardiente, enamorado y sin heridas
en la hora sagrada de manifiesta pasión.

Pepe Martín
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