martes, 17 de abril de 2007

LA VENDA DE LA DISTANCIA


Era - Era



Hoy la venda de la distancia diluye mis ojos en el tiempo.

Como la uña y la carne siempre te quiero,
Como párpado y ojo mi piel y tu cuerpo.
Como la llama y el deseo.
Como la pasión y el sexo.

Antes me abrazabas y te vivía trémolo,

hoy tiemblo y me abrazo a tus recuerdos.

Ya no puedo pedirte nada del aliento y el beso

ni aquellas noches de luna donde se rizaban los cuerpos.
Pero aún tengo la sangre rumiante de violines y fuego,
ahora corres como lava por el centro de mis huesos
y te llevo calada como un cuchillo en mi cerebro.

Ahora siento en mi pecho ansias de talar tus sueños,

y veo en su espejo la trémula ascua que cuece mi centro.
Como la estrella con su pulpo de rallos estás en mi universo,
palpitante de luz y vida aunque lejana en el cielo.

Antes me abrazabas y te vivía trémolo,

hoy tiemblo y me abrazo a tus recuerdos.


Pepe Martín

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