Una noche con arte
¡Déjala! ¡déjala que llore!,
¡no sabe llorar la niña,
que se le ha hundío el mundo
y lo lleva en la barriga!
No sé de qué se lamenta…
ya bien que se lo decía:
-¡Ten cuidao de ese perla
porque es un viva la vida!
-Bien te calentó la oreja
con tanta zalamería…
¡Ya ves!
Ahora se ha quitao de en medio
y te ha dejao una barriga.
*****
¡Ya sé!
Ya sé que me lo decías…
Deja ya tu sonsonete,
no me amargues más la vida,
si lloro es porque no aguanto
que me llamen la “PERDIA”
¡si! ¿la perdía porqué?
¿Por qué le entregué mi alma
con todo lo que tenía?
Eso fue lo que entregué,
¡un corazón que latía
y que ahora siento muerto
a falta de sus caricias!
¿Qué sabes tú de mujeres?
¿qué sabes de mi agonía?
¿qué sabes tú de un amor
como este que me lastima?
De ese temblor de mis huesos
cuando su piel me acaricia.
De ese clamor de mi sangre
pidiendo su carne tibia,
Qué sabes tú de unos ojos
verdes como las olivas.
Qué sabes tú de unos labios
mancebos pa mis heridas,
Qué sabes tú de ese pecho
que en mis brazos no cabía
y de esa boca de fuego
donde se fundió la mía.
De ese calor en mi pecho
que sin su aire es asfixia.
De ese arañarme la entraña
reclamando su visita.
De ese estertor de mi espalda
si sus dedos la caminan.
De ese sentirse por dentro
¡viva, hermano, viva!
De ese sentirse dichosa
por esto que tú criticas,
porque dentro de mi cuerpo
guardo al menos su reliquia.
¡Déjame a mi con mi llanto!
¡Ya sé que me lo decías!
Perdía, hermano, perdía,
perdía en el gran vacío
que me dejó su partía.
¡Mira bien lo que te digo!
Hermano
¡y que digan lo que digan!
porque si a mí regresara
volvería a decirme ¡mía!
*******
Con esta loca de atar
no hay razón que valga o diga,
¡Ea, a trabajar horas extras
porque aumenta la familia!
Pepe Martín.
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