miércoles, 4 de abril de 2007

PINTORESCAS (SEVILLANAS)

Sevillanas

A la sombra de una parra
la mañana se reía,
se oye el alegre jolgorio
de los mozos y las niñas.

Una guitarra se arranca
trino de bordón y prima,
saltan primero las palmas
su trac, trac de maravilla,
y el abril de la mañana
prende su fuego en las niñas.

Ay, qué desnuda silueta
en las faldas se ceñía,
entre sus yemas y uñas
las caracolas subían,
y en su cara dos duraznos
pintaba la manzanilla.

De entre todas, una sale,
¡qué señorío de niña!…
En los ojos, dos tormentas,
en la boca, qué agonía,
y entre rosal y rosal
qué gran capullo se abría,
y era el blanco de sus dientes
arrollo de leche tibia.

Siete veces venía
siete cantaban,
siete cantaban,
siete el sol y la luna
a la biznaga.

Y eso es así
porque están a la orilla
del perejil.

Siete veces reía,
siete cruzaba,
siete cruzaba,
siete vientos y palmas
la coreaban.

Y eso es así
porque ya ha floreció
el mes de abril.

Siete veces subía
sus manos blancas,
sus manos blancas,
como siete palomas
la coronaban.

Y eso es así
porque cerca está el río
Guadalquivir.

Pepe Martín

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