y acercó hasta mí su música templada,
me anclé en los brillos del tono de tus ojos
y buceé las escalas de su hambre marina.
Me envolvió la brisa de tu estela musical,
Me envolvió la brisa de tu estela musical,
pentagrama de tus manos,
dejando a la deriva mi voluntad de escucha.
Y quise ser gaviota para hurgar en tus notas,
Y quise ser gaviota para hurgar en tus notas,
que son como peces en tus redes de luna,
para picotearte esas estrellas.
Pepe Martín
Pepe Martín
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