lunes, 2 de abril de 2007

HIJO DE LA MUSA

Caruso


Como fuente de agua plata,
palma esmeralda en la arena,
el silencio se hace madre
y se pare de belleza.

Se vestía de armonía
cuando se rompió el silencio,
hermosa hija de la musa
Música iba naciendo.

No jugaba con la plástica,
no concretaba materia,
tomó veredas del alma
y la inundó de belleza.

Para plasmarla en mis ojos
y no la olvidara presto,
surcó el alba con su mano
y la roció de pétalos.

Cinco valles con sus ríos,
como si su estola fuera,
cinco caminos hoyados
de negrillas y corcheas.

Siete niñas son sus damas,
siete lunas con sus noches,
siete rosas en el aire,
siete peces de emociones.

Clave de sol sus oídos,
sus ojos nota azabache,
y se ha quedado por boca
rojo loto de un estanque.

Su tez, ¡la delicadeza!
Rosicler es su frescura,
Su túnica es el concierto
que recorta su figura.

Sus agudos, brotes nuevos.
Sus descensos, surtidores.
sus crescendos universos
y sus pianos las flores.

Cantaba como los ángeles,
sus acordes trina y besa,
tomó camino a mi alma
y la inundó de belleza.

Pepe Martín.

No hay comentarios: