MI DESEO EN PENA

Corazon espinado

Amante, amante, si pudiera ser tu amante

ay que remanso de fuego para poder abrasarte.

Tengo mi deseo en pena por las jaras de mi carne.

Ya ves que rompo tus cadenas, que hago plintos

de tus recelos y achaques para crujir en el edén de tus ascuas,

ya ves que mi deseo salta tus murallas y adarves.

Me tienes como a un atún a salar en tus salinas

crucificado y abierto para que el viento me seque,

ahumado en la desventura de no poder abrasarte.

Quisiera ser tu sombra, mancha que cubra tu cuerpo

de costado, del derecho y del revés, que mi pecho sea ola

en marejada que siempre estuvo a enredarte

Me tienes seco como la mojama, mis venas, siento de esparto,

mi pecho acribilladito de alfileres de fuego

y el toro de mi deseo ardiente corriéndome por la sangre.

Soy deseo del sarmiento que se retuerce por tus ingles,

soy deseo enfebrecido que suda por ti amapolas,

soy deseo atravesado de carámbanos en mis ijares.

Quiero extender la linde de mi boca a lo largo de tu cuerpo,

mordiendo, besando, bebiendo, matando,

arándote cada surco que tu piel quisiera darme.

Sí, tengo el deseo sangrante, ardiente y enmudecido,

Sé que vienes helada de aceros y vidrios,

que tus dudas me amenazan como cuchillo en el aire.

Sabes que no hay miembro en mi cuerpo que no sea tuyo,

sabes que no hay tiritera en mis dientes que no sea por ti,

sabes que mi mecha está dispuesta para estallarte en caricias.

Quisiera correr el universo de lo eterno

abrazado a tus senos de fuego, tener tu rosa de brasas,

aunque luego seas mantis que se revuelva para devorarme.

Y mira, me estás sin querer queriendo y lo contrario,

quieres que sea tu amante y me mantienes lejos,

si esto no es ser un mártir, no se yo qué pensarme .

Amante, amante, si pudiera ser tu amante

ay que remanso de fuego para poder abrasarte.

Tengo mi deseo en pena por las jaras de mi carne.

Pepe Martín