viernes, 6 de abril de 2007

NUNCA SEREMOS TÚ Y YO

Phil Collins. Dance into the light


Ya sé que no nos queremos
y sé que lo nuestro es distinto,
es nuestra sed la que habla
entre postigo y postigo.

Cuanto fuego trae tu e-mail
y cuanta pasión tus dichos,
pero tan sólo me dejan
la luz de sus encendidos.

Nunca seremos tú y yo,
siempre dos mundos distintos,
simpáticos elementos
penando ser ellos mismos,
yo con mis alas sin plumas,
tú con cuernos coralinos.
Es nuestro oído el hambriento
que hace del verbo un castillo.

Ahora temo tu presencia
por si achicharras mi vida…
Ya sé que no nos queremos,
pero andamos de vigilia
consumiendo las estrellas
del incendio que originas.

Porque ambos somos gemelos
hambre con hambre en la vida,
como dos gotas de agua
temblando con su caída,
reos de un mismo universo
en nuestra volcánica isla.

A veces algún espejo
en ti me ha dejado escrito:
-Sois corazones iguales
presos en el mismo sino-,

¡Cárceles de la dicencia,
barrotes de eso no es lícito
que encerráis como a una fiera
a mis deseos legítimos!

Ya sé que no nos queremos
y sé que lo nuestro es distinto,
es nuestra sed la que habla
entre postigo y postigo.

Me tienes tus ojos puestos,
por dentro intentas mirarme
y es tu lenguaje de fuego
pólvora de la que arde.

Pepe Martín

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