viernes, 6 de abril de 2007

TENGO EN MI SANGRE UN GEMIDO

Lía


Tengo en mi sangre un gemido
de nota desafinada
y en mi sién tengo un martillo
que dobla a desesperanza.
Me cuarteo con los miedos
de tu esquina muerta,
de mi fe descalza,
de tus sábanas que añoran aromas de celo y nalga.
Cuando me dejó tu cuerpo,
me dejó sitiada el alma
sin la pujanza suprema de compartir tu almohada.
Con el halo de las farolas discrepo,
a las grises nieblas metí en casa,
a los neones hirientes tomé por ropa de cama,
y me arrebata tus sueños el xilofón de mil latas.
Tengo la ilusión de un dado
con sus seis caras en blanco,
y me lastimo cada noche
en este alquitrán caliente que me has dejado por lecho
Pepe Martín

No hay comentarios: