Noches de blanco Satén
Y me siento mecido y que el viento me eleva,
como asciende la música,
como copo de nieve.
Oí sus compases y te vi cristalina
como vestido de fiesta blanco entre compases de un vals,
te vi caer en mi en tu llegada de estrellas
y escuché con deleite su blancura de pluma.
Y jugaban tus notas un corro de espirales
hasta dormirse en mi oído,
Te vi llegar en ella blanqueando mi alma que quedó en cisne
enlazando en él dos espíritus con lagrimas de música.
Oh, quien habría de pisar su plumón para mancillarlo,
quien le acercaría el aliento para verlo emigrarse.
Sólo el oído evitaba la huella
reverenciando tus cristales sonoros.
Me cayeron tus labios danzantes como una amapola de alba.
la armonía de tu beso despertó mi sol
a sabiendas de que algo puro en ti moriría,
porque un amor, aun tan blanco como el mío
mancilla tu magnolia armónica y de nieve.
Pepe Martín
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